miércoles, 29 de febrero de 2012

Lágrima

Hoy no pondré una poesia, no, hoy hablaré del esfuerzo, de la diferencia, del fracaso y del gozo.

Esta tarde he visto un obra de teatro realizada por todo tipo de discapacitados psíquicos. Obra? una ''sencilla'' obra sorbe Vivaldi y sus cuatro estaciones.

Primer acto, nos presentan a un Vivaldi en una pequeña góndola, junto a dos gondoleros ( la base de esta, que era de tela, era la silla de ruedas de uno de los actores, sentado en ella cual gondolero descansando). tras unas pocas frases de la narradora. los actores se pasean en el escenario.

Segundo acto, verano. Un ''rey Sol'' que abruma, ciega y quema a todo aquel que osa acercarsele, rodeado de lo que no llegué a discernir si eran rayos, personas, sentimientos o qué, supongo que todo eso y nada a la vez, estos, vestido con capa roja y máscaras, empuñando un ''macarrón'' de picina, rojo, con unas decoraciones a ambos extremos. Algunas frases de la narradora, los osados se acercaban al Sol, etc. De fondo ahora, el verano, en ese momento el violín ya hace mella en mis sentidos, me estremezco, lloro, creo. Grandioso. Al son de las cuerdas se mueven.

Tercer acto, otoño. Mantos de hojas muertas, bailando alrededor del mundo, esta vez una ligera capa marrón y hojas por doquier.... el otoño nos trae la muerte, para poder así renacer. Otoño.

Cuarto acto, invierno. Un gorro gélido, pequeños copos pegagos al cuerpo, y el negro de la noche fría. suena el invierno. Esta vez se mueven como la lluvia, como el viento, frío. Un azul glacial, un blanco nieve , todo, con un fondo negro azabache. Otra vez los violines, me arrancans una grandiosa felicidad.

Acto final, primavera. Increible, docenas de niños y niñas, el futuro, aunque no en su perfección genetica, un futuro que compartimos. Hadas, enanitos o elfos, todo tipo de seres del bosque que me hacen sonreir sin parar. Que fácil es ser feliz aveces.


No podemos criticarla como representación, está claro, pero, pensar el esfuerzo y dedicación, sólo eso, ya te hace pensar muchas cosas... No piden nada más que su normalización, ser especial, no diferente. Tenerlos en cuenta.

Hoy he llorado de felicidad, he sonreido gracias a gente que se ha esforzado para eso. Espero que mis sonrisas y lágrimas os renueven los ánimos de seguir trabajando duro. Gracias.

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